miércoles, 5 de diciembre de 2007

La mirada inquietante


La obra de arte es, entre otras cosas, un medio de comunicación excepcional, capaz de transmitir valores y enseñanzas. Es resumen de la historia y plasmación de la capacidad imaginativa del hombre. El objeto de arte, en cuanto a manifestación plástica de una cultura, es medio de reflexión y discursión. Tiene una capacidad innata para crear un mundo en derredor suyo, muchas veces literario, que atrae al espectador a una relación de intercomunicación donde se comparten experiencias y deseos. Una obra de arte que no incite a la reflexión, no despierte el entendimiento o no remueva la conciencia no debe ser llamada tal.

Ese espacio del que hablamos es creado fundamentalmente por la mirada. No solo una mirada física (el acto fisiológico de ver) que también, sino especialmente por una mirada interior, intelectiva. No es tanto mirar sino sentirse mirado, sentirse incluido en una conversación silenciosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Habría mucho que hablar sobre tu visión del arte. Difiere de la mía, más pragmática y a la vez más simple. Sin embargo, lo que he visto de tus esculturas me parece de gran calidad.

Un saludo.

Agon.